miércoles, 14 de octubre de 2009

Sonnet 130

My mistress' eyes are nothing like the sun;
Coral is far more red than her lips' red;
If snow be white, why then her breasts are dun;
If hairs be wires, black wires grow on her head.

I have seen roses damask'd, red and white,
But no such roses see I in her cheeks;
And in some perfumes is there more delight
Than in the breath that from my mistress reeks.

I love to hear her speak, yet well I know
That music hath a far more pleasing sound;
I grant I never saw a goddess go;
My mistress, when she walks, treads on the ground:

And yet, by heaven, I think my love as rare
As any she belied with false compare.
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Los ojos de mi dama no son nada comparado con el sol
El coral es mucho más rojo que el rojo de sus labios
Si la nieve es blanca, ¿por qué sus pechos son pardos?
Si los cabellos son hilos, negros hilos nacen de su cabeza

He visto rosas adamascadas, rojas y blancas
Pero no veo esas rosas en sus mejillas
Y en algún perfume hay más encanto
Que en el aroma que ella desprende

Adoro escucharla hablar, aunque sé
Que la música tiene un sonido mucho más placentero
Aseguro que nunca he visto una diosa caminar
Pero mi dama, cuando camina, lo hace sobre tierra firme

Y sin embargo, por el cielo, pienso que mi amada es tan excepcional
como cualquier mujer engañada con falsa comparación
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Este es el soneto 130 de Shakespeare. Es un soneto inglés (English o Shakerpearean sonnet), que por tanto consta de 3 estrofas de 4 versos (en este caso, serventesios) y un pareado final. Sobre la rima, podemos decir que, en cada estrofa, el primer verso rima con el tercero y el segundo con el cuarto; en el pareado, riman los dos versos entre sí. Tenemos un esquema ABAB CDCD EFEF GG.

El poema, superficialmente, se encuadra en la temática del amor cortés (courtly love): el Yo poético describe a su señora (mistress) a lo largo de los 14 versos. Cabe destacar el contraste con otros poetas de su tiempo, ya que el estereotipo de belleza en la Inglaterra Isabelina era una mujer rubia, de tez pálida y ojos azules. Shakespeare canta a una Dark Lady, por un lado queriendo expresar que el amor no entiende del aspecto externo, pero por el otro criticando a los poetas de su tiempo que describían a sus amadas con las mismas bellas palabras vacías de significado. En este sentido, emplea el Catálogo Petrarquista de un modo totalmente original, ya que lo utiliza, no para decir cómo es su dama, sino para decir cómo no es. Esa descripción que, en un principio podría resultar ofensiva, la vemos ahora claramente como una declaración de amor, así como un ejemplo de delicada ironía.

Sobre la dark lady:
Hemos mencionado el estereotipo de mujer bella de la época. Pero... ¿y las implicaciones de una dark lady? Una mujer de cabello y piel oscura era considerada en aquel tiempo algo exótico (no era habitual entre las mujeres inglesas este aspecto) pero a la vez peligroso. Tal vez fuera por su forma de ser, pues podemos suponer que las dark ladies reales de la época serían mujeres mediterráneas, con un carácter fuerte e impetuoso. Además, sus actos serían también oscuros, no sabemos si en un sentido impuro o tal vez simplemente no ortodoxo. No obstante, siempre ha habido prejuicios por el aspecto de las mujeres (y si no, recordemos cómo las pelirrojas eran tachadas de brujas sólo por el color peculiar de su pelo) así que no podemos considerar del todo que fuera realmente malvada.

Personalmente...
Yo preferiría que me dijeran que me quieren pese a no ser perfecta a que me digan lo maravillosa y divina que soy (que no sería verdad). Podemos encontrar un ejemplo opuesto a este poema en Amoretti: 15, soneto de Edmund Spencer en el que el uso del Catálogo es totalmente típico y la amada es un estereotipo difícil de creer.